La Universidad es el centro por antonomasia para lo académico, su espacio propio. Pero hoy está en una situación restringida para cumplir esa función. Sin entrar en los por qué del asunto, la idea es reconocer que para cumplir su función académica su camino está lleno de obstáculos, lo que plantea analizarlo a ver cómo repensarla, confiando que se trata de una etapa que en cuanto a los extremos podrá superarlos, en el entendido que al final no será la misma universidad de antes, pero sí que recupere sus condiciones mínimas para cumplir con su misión de investigar para educar y formar.
Entonces de condiciones mínimas se tratan los desafíos del presente. Dejemos la excelencia para después. Existe la obligación de tener las carreras conducentes a grados. En cambio todo lo que viene después, postgrados conducentes o no, ya es según capacidades y trayectorias.
En estudios del trabajo, se crearon en los últimos treinta o cuarenta años, todo una abanico de alternativas que provienen de las disciplinas que más lo estudian. Es por lo que la Universidad de Carabobo cuenta con varios postgrados ubicados en estudios del trabajo, la mayoría en la Fac. de Ciencias Económicas y Sociales, pero también aportan la de Ciencias Jurídicas y Políticas, y la de Ciencias de la Salud. Las unidades generadoras que dieron lugar al nacimiento y funcionamiento de esos programas, algunas ya no existen y otras se han minimizado y carecen de las capacidades propias para el sustento de algunos de esos programas. De más esta subrayar la importancia de la vinculación de un postgrado con unidades generadoras efectivas y reales, ya que de ellas ha de ser la procedencia de los temas de investigación por la vía de los miembros de las comisiones, los profesores, investigadores, tutores, jurados, y el accionar de la comunidad que le da vida y muestra el interés y la atención por los temas y áreas desarrolladas en los diversos programas. Con lo planteado salta a la vista que un desafío primario es que un postgrado ha de estar vinculado con unidades generadoras de la disciplina.
No entramos en lo relativo, no menos importantes, al estado del arte del campo disciplinario que comprende los estudios del trabajo. Ello requiere proponer espacios propios para su desarrollo.
En lo inmediato, a propósito del Doctorado en Ciencias Sociales, Mención Estudios del Trabajo, están planteados desafíos sobre su funcionamiento y adscripción. Un primer desafío consiste en generar un intercambio sobre este particular. Invitamos a elaborar interrogantes que sirvan para analizar los desafíos para el desempeño de un programa doctoral en esta materia. Recordemos que cuando el programa nació, lo hizo en el marco de una comisión ínter facultades con participación de académicos de las facultades de FCES, FCJP, FCS y FACE, lo cual fue sin duda un punto de partida amplio como es la misma noción de estudios del trabajo, que no es meramente disciplinar, sino más allá como la interdisciplina.
En el presente la Universidad está viviendo tiempos de repensarse y unir sus limitados recursos como estrategia, para contrarrestar las estrecheces a las cuales ha sido sometida en los últimos tiempos.
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